Haga calor o frío, no existe época del año en la que un auténtico amante del mundo del café pueda resistirse a una taza de esta bebida. Y es que está comprobado que esta bebida tiene múltiples beneficios para la salud si se toma en cantidades adecuadas, pero ¿los conoces todos? Sigue leyendo para descubrir qué dicen los últimos estudios al respecto.
El café mejora el ánimo, los niveles de energía, la memoria y nos mantiene alerta
Mucho se ha hablado de si la cafeína, que es el componente más importante del café, aceleraba la actividad cerebral. Sí, numerosos estudios recientes lo han confirmado, lo cual se traduce en un mejor estado de ánimo, además de mayor energía y memoria y, por tanto, mayor capacidad de reacción.
El café ayuda a adelgazar
Más que ayudarnos a adelgazar, el café es una bebida que tomada sin leche, nata o azúcar aporta pocas calorías, por lo que es una buena elección si no quieres disparar las calorías.
El café es rico en antioxidantes naturales
Según la revista The American Journal of Clinical Nutrition, el café se encuentra en el puesto número 6 de los 50 alimentos que contienen antioxidantes. Por ello, se puede afirmar que el alto contenido de antioxidantes del café ayuda a prevenir alteraciones funcionales y estructurales de diversas enfermedades.
El café ayuda a prevenir el cáncer
Según una investigación del Istituto di Ricerche Farmacologiche Mario Negri de Italia, el consumo de café reduce el riesgo de cáncer de hígado en un 40%, resultado que se amplió hasta un 50% al tomar tres tazas de café al día. Otro estudio de la universidad de California en EEUU afirma que reduce la indicencia de colangitis esclerosante primaria, una enfermedad autoinmune de los conductos biliales del hígado; y la incidencia de cirrosis, especialmente la alcohólica, en un 22%.
Otro estudio afirma que los hombres que toman cuatro o más tazas de café de forma diaria tienen un 59% menos de riesgo en la progresión del cáncer de próstata en comparación con quienes no lo consumen o solo toman una taza a la semana.
Finalmente, la toma de tres o cuatro tazas de café diarios pueden reducir en casi un 20% el riesgo de cáncer de endometrio, según los últimos estudios publicados.
El café protege contra la diabetes tipo 2
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) investigó durante cuatro años los efectos de beber más de una taza de café al día. El resultado reveló que quienes consumieron más café tenían hasta un 11% menos de riesgo de padecer diabetes de tipo 2 en comparación con el resto de participantes.
El café previene la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer
Una mayor ingesta de café está asociado a una menor incidencia de la enfermedad de Parkinson, ya que la cafeína puede ayudar a controlar el movimiento corporal en las personas que sufren Parkinson, así lo afirma un estudio estadounidense publicado en la revista Neurology.
Además, en la Conferencia Alzheimer Europa de 2014, el Instituto de Información Científica sobre el Café (ISIC) presentó un estudio en el que se afirmaba que beber entre tres y cinco tazas de café al día puede ayudar a proteger contra el Alzheimer.
El café es bueno para el corazón y las arterias
El consumo moderado de café, es decir, no más de dos tazas al día protege contra la insuficiencia cardíaca en un 11% con respecto a quienes no toman café. Además, si su ingesta se eleva hasta la consumición de cinco tazas se reduce el riesgo de obstrucción de las arterias y ataques cardíacos.
El café protege del tinnitus
Tinnitus es el término médico que se utiliza al hablar de los zumbidos o ruidos en los oídos. Una de sus principales causas es el ruido y quienes más lo sufren son las mujeres, aunque, según un estudio publicado en The American Journal of Medicine, las que consumen más café tienen menos posibilidades de padecer este problema gracias a la cafeína.
Estamos seguros de que poco a poco irán surgiendo más estudios e investigaciones sobre los beneficios de tomar café. Mientras tanto bebamos café, siempre con moderación, para quedarnos con todas sus propiedades y evitar el efecto contrario.
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